Pero, ¿qué es lo realmente importante al momento de alimentarnos? ¿Cómo podemos lograr el equilibrio entre lo que deberia ser y los recursos que tenemos a la mano para eso?¿Cómo la alimentación saludable es una herramienta para el cuidado de nuestra piel?. Son preguntas comunes entre los visitantes de Begobenestar y hoy hablaremos sobre algunas cosas que debemos tener presente en la alimentación al momento de escoger o priorizar lo que consumimos.
Una dieta equilibrada baja en grasas saturadas y rica en grasas saludables, como las presentes en el aceite de oliva y los frutos secos, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También, es fundamental para mantener un peso adecuado, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la presión arterial alta.
Consumir una variedad de alimentos nutritivos, ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, ayuda a mantener una piel radiante, previene la aparición de acné, de arrugas prematuras y promueve la cicatrización de heridas. Es decir, que nos ayuda a lucir una piel radiante y saludable.
Aunque todos los alimentos pueden brindarnos en determinado momento una sensación de saciedad, lo cierto es que no todos aportan beneficios reales al cuerpo. Incluso aquellos que nos venden dentro de la industria fitness.
Los nutrientes ayudan a que cada célula del cuerpo pueda realizar su trabajo y eso se traduce en energía y equilibrio. Por ejemplo, las proteínas son necesarias para la producción de colágeno, una proteína que mantiene la elasticidad y firmeza de la piel.
Las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales deben estar presente en
nuestra ingesta diaria. Cuando alguno de estos grupos falla, el cuerpo tiende a descompensarse porque el cuerpo reacciona tratando de mantener la supervivencia.
Una vez que sabemos cuales son los nutrientes claves que necesita el cuerpo para funcionar adecuadamente, viene la parte de aprender a combinarlos.
No todos los cuerpos son iguales y es por ello que atender a la dieta se hace prioridad. Algunas personas generan resistencia a ciertos alimentos y esta se expresa a través de problemas del aparato digestivo, alergias o brotes en la piel.
Una dieta equilibrada proporciona los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas y ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón. Una variedad de alimentos nutritivos también brinda beneficios específicos para la salud de la piel, como antioxidantes que ayudan a protegerla del daño causado por los radicales libres.
Los alimentos procesados son particularmente ricos en grasas saturadas, sal, y azúcares.
Esto es una consideración importante porque aumentan el riesgo de sufrir obesidad y una larga lista de enfermedades crónicas.
El azúcar y la ingesta de carbohidratos procesados acidifican el medio haciéndolo idóneo para la proliferación de hongos, parásitos y bacterias.
Estos alimentos también pueden tener un impacto negativo en la salud de la piel, causando inflamación y acelerando el envejecimiento prematuro.
La hidratación es otro pilar fundamental de una alimentación saludable. Beber suficiente agua diariamente es esencial tanto para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo como para mantener una piel saludable.
El agua ayuda a eliminar toxinas del cuerpo y promueve la hidratación de la piel, lo que contribuye a su aspecto radiante y juvenil.
El agua no es la única fuente de hidratación, también existen una gran cantidad de frutas y verduras que nos ayudan a completar el agua que perdemos al sudar y eliminar toxinas.
Adoptar hábitos alimentarios saludables y tomar decisiones informadas sobre lo que comemos puede marcar una gran diferencia en nuestro bienestar físico y estético. Lo demás déjalo en nuestras manos, ¡Tu piel y tu salud lo agradecerán!